EL ECO DE LA PIEL
ELIA BARCELÓ
EDITORIAL ROCA
LA AUTORA
Elia Barceló (Alicante, 1957) es
profesora de Estudios Hispánicos en la Universidad de Innsbruck, en Austria.
Es considerada como una de las
tres grandes escritoras de género fantástico en lengua española junto con la
cubana Daína Chaviano y la argentina Angélica Gorodischer. Aparte del género
fantástico, el que la hizo popular y con el que ganó diversos premios como
el UPC de novela corta o el Ignotus, ha cultivado también la
novela juvenil, lo que le ha valido grandes reconocimientos y la concesión de
dos premios Edebé en 1997 y 2006. En 2007 fue reconocida por la
Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror con el Premio Gabriel,
galardón honorífico reservado para las más importantes personalidades del
género fantástico en España, siendo la primera mujer en conseguirlo.
Ha publicado numerosas novelas
como Consecuencias naturales, que le valió el reconocimiento internacional
y el título de «gran dama de la ciencia ficción española», El vuelo del
hipogrifo, El secreto del orfebre, Disfraces terribles, Las
largas sombras o El color del silencio. También es autora de La
inquietante familiaridad, una tesis sobre los arquetipos del terror en los
relatos de Julio Cortázar. Su obra ha sido traducida al francés, italiano,
holandés y alemán, con gran éxito de público y crítica, consolidándose como una
de las autoras españolas más internacionales de la narrativa actual.
SINOPSIS
LA HISTORIA DE DOS GRANDES
MUJERES A TRAVÉS DEL TIEMPO Y LAS PALABRAS.
¿Quién recordará tu vida? ¿Quién
sabrá realmente quién fuiste?
Somos lo que nos narramos a
nosotras mismas, somos seres tejidos con palabras propias y ajenas, la piel que
serpentea por los caminos del tiempo.Cuando a Sandra Valdés, joven historiadora
en paro, le encargan que escriba la biografía de Ofelia Arráez -la gran
empresaria y constructora, referente obligado en el mundo de la moda del
calzado femenino-, ella acepta el reto sin imaginar los secretos que se ocultan
en los noventa años de esa mujer contradictoria y poderosa, sin saber que lo
que va a descubrir cambiará también su vida.Como es habitual en las novelas
realistas de Elia Barceló, la historia se articula en dos tiempos:En el
presente, Sandra, atraída por una oferta que le dará suficiente dinero como
para replantearse su futuro y abandonar la precariedad de su trabajo en una
cadena de ropa en Madrid, decide volver durante un tiempo ...
OPINIÓN
OPINIÓN
El eco de la piel es una novela cuya
trama está basada en la reivindicación de nuestra propia identidad, en cómo nos
construimos a nosotros mismos a lo largo de los años a través de los aportes
que nos proporciona lo que vamos viviendo y de lo que sucede a nuestro alrededor, que nos plantea una cuestión: ¿Cómo las personas que nos rodean construyen esa
identidad?.
Y es que nosotros sólo mostramos
a los demás lo que queremos que vean, una realidad sesgada por muy diversos
motivos, casi siempre por el propio interés de preservar aquello que somos en verdad y que sólo nosotros conocemos.
La historia comienza cuando
Sandra, una joven periodista que sobrevive en Madrid en mitad de la crisis
económica con un empleo precario y unos jefes que la tiranizan, recibe un
encargo de un empresario de su pueblo natal,
Monastil, que consiste en escribir una biografía de su madre, Ofelia
Arráez, una empresaria de éxito que situó a este pueblo y a su industria del
calzado a la cabeza mundial de este sector.
Lo que en principio parece una
trabajo bien pagado cómodo y sencillo, se complica cuando Sandra descubre
algunos episodios de la vida de Ofelia que no cuadran con la versión oficial
que Luis Arráez quiere que se refleje en el libro. Sandra irá recabando
testimonios, fotografías e incluso objetos que la llevarán a conocer a una
Ofelia totalmente diferente de lo ella pensaba en un principio, y esto le
obsesionará hasta el punto de ponerse a investigar por su cuenta sobre ella.
Esa fuerte mujer, esa gran
empresaria que se hizo a sí misma a partir del final de la guerra civil,
esconde secretos que se escapan al conocimiento de su propia familia, y que
pondrán a la periodista en un serio dilema moral.
Elia ha sabido dotar a todos y
cada uno de los personajes de esta novela de dos pieles, dos caras, a cada cuál
más interesante. Una interior con lo que realmente son, y otra exterior con lo que dejan ver a
los demás. Por ello, disfrutaremos mucho descubriendo los secretos personales
que guardan en su segunda piel, alguno de ellos de gran trascendencia personal, y lo que me ha parecido especialmente genial en esta lectura es que muchos de
estos episodios se quedarán sin
descubrir como una confidencia secreta entre el personaje y el lector.
El lector sabrá en todo momento
en qué situación se encuentran cada uno de los protagonistas y cuál es la verdad
sobre ellos, y es muy curioso porque le hará sentirse como un espectador cotillo y
privilegiado que mira diferentes
películas sobre la vida de los Arráez, sabiendo siempre lo que se
esconde detrás del telón.
Así, nos vamos a encontrar con historias
tremendas, algunas acaecidas en los tiempos de la guerra civil y con otras, mucho
más actuales pero igual de terribles. Vergüenzas escondidas, pasiones ocultas,
delitos camuflados, amores prohibidos, además todo visto desde tres ángulos o
perspectivas diferentes, porque yo creo que Elia ha sabido jugar magistralmente
con los personajes, con esas diferentes visiones y caras que la vida nos va
mostrando de cada uno de ellos y fundamentalmente con el tiempo.
La vida de Ofelia Arráez y la de
todos los que la acompañan nos cuenta un pasado, donde está una parte de la
verdad, un presente, donde también reside una parte de esa verdad, y un futuro,
que nos sorprenderá mucho, una especie de epílogo que nos mostrará lo que ha
sobrevivido de la historia principal, con el que reflexionaremos sobre cómo se
vuelve a construir otra realidad sobre las falacias de siempre, para que pensemos que en el fondo, las apariencias siempre terminan
definiéndonos. Es increíble como juega con los tres tiempos y los encaja tan
bien en la estructura de la novela.
También se tratan en la novela
otros temas, como el hecho de enfrentarnos a una sexualidad diferente, el
maltrato, la maldad que aflora en los hombres en tiempos difíciles, la tiranía
del poder, la inutilidad de la opulencia o la corrupción urbanística en el
levante español.
Así mismo es un homenaje a la
lucha y el tesón de una mujer luchadora, salida de la nada, que a base de
trabajo y de aprender a moverse en un mundo de lobos, logró construir un gran
imperio, aunque a veces tuviese que dejar la honradez aparcada en el camino.
Al margen de lo atrayente y
singular que es la historia en sí, tenemos que apreciar el perfecto estilo de
la autora, que siempre nos regala una prosa elegante, cuidada y sensible, que te
atrapa, te cautiva y te hace disfrutar muchísimo de la novela. Hay muy pocas
escritoras que escriban una historia con misterio e intriga con tanto
sentimiento y tanta profundidad. Además la fórmula de mezclar tiempos y tramas
con secretos de por medio es algo que se le da muy bien a Elia, que caracteriza
a muchas de sus novelas y que a mí me encanta.
Me ha gustado mucho el diario de
Selma Platt, una serie de capítulos que de vez en cuando la autora intercala entre otras escenas de la novela y donde aparecen pensamientos y reflexiones que verdaderamente son dignos de valorar y de pensar con calma, unos intensos párrafos a medio camino entre la filosofía y la poesía que tratan sobre muchos aspectos de la vida y que para mí han sido uno de los puntos fuertes de la novela. Concretamente el titulado “Tarot y Adivinación” me ha cautivado.
Para mi gusto, es la mejor novela
que he leído de Elia Barceló.
“Primero somos
lo que nos dicen que somos, después, con suerte, lo que nos decimos a nosotros
mismos cuando empezamos a poner palabras a nuestro yo, a nuestra identidad. Ya
después de muerto es imposible. La muerte te arrebata el control incluso sobre
quién fuiste, dejándote en manos de los que te narran, te explican, te definen.”
Si lo pienso con detenimiento creo que yo también afirmaría lo mismo, que es la mejor novela de la autora sin lugar a dudas 😊
ResponderEliminarUna reseña completísima y estupenda.
Besitos cielo 💋💋💋
Me ha fastinado. Creo que leyendo sobre todo el diario de Selma Platt he entrado en trance. Una historia buenísima. Gracias.
EliminarYo también disfruté muchísimo de esta historia y es que Elia crea una historias con las que es inevitable no conectar. Y sobre el diario de Selma...qué maravilla, qué bonito e intenso está escrito.
ResponderEliminarbesitos
Ha sido casi una experiencia religiosa. Da gusto encontrarte con escritoras de la calidad de Elia Barceló, porque además sus historias son muy intensas e íntimas. Gracias
EliminarBueno, coincidimos en cosas, a mí también me ha gustado el diario, lo que la autora quiere trasmitircon esta novela y la prosa maravillosa que hace que sea un placer leerla, pero para mí no ha sido la mejor de la autora
ResponderEliminarUn beso
Yo he conectado al 100%. Las anteriores también me gustaron mucho, pero esta la he leído con un estado de ánimo diferente y me ha llenado muchísimo más. Gracias.
EliminarEstoy con él en este momento, en la última parte. Hay cosas que me están gustando pero otras no tanto.
ResponderEliminarBesos
Pues estaré pendiente de tu reseña y comentamos. Gracias.
EliminarY qué hago yo sin estrenarme con la autora... Buenísima reseña!
ResponderEliminarBesotes!!!
No tienes perdón de Dios, jajajaja, Anímate, porque merece la pena. Gracias.
EliminarMe ha gustado, pero no tanto como las dos anteriores que he leído de ella.
ResponderEliminarBesos
Para mí sin embargo ha sido el mejor, sin duda ninguna, aunque Elia es Elia y las anteriores son buenísimas también. Es una de mis escritoras favoritas. Besos.
EliminarUna estupenda novela, con cuya lectura disfruté muchisimo y con grandes personajes. Besos.
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarsolo he leído El color del silencio que me encantó pero tengo este y el anterior en casa esperando turno. Tengo muchas ganas de volver a encontrarme con la maravillosa prosa de Elia pero creo que leeré primero el anterior a este.
Un beso