UN CADÁVER CON CLASE (LOS CRÍMENES DE MITFORD 2) - JESSICA FELLOWES

UN CADÁVER CON CLASE
LOS CRÍMENES DE MITFORD 2

JESSICA FELLOWES

ROCA EDITORIAL

AUTORA

Jessica Fellowes es escritora, periodista y conferenciante.

Conocida por ser la autora de cinco libros oficiales de Downton Abbey, gracias a ellas se consolidó como autora best seller de The New York Times y del Sunday Times. Anteriormente fue editora de Country Life y columnista para Mail on Sunday. Ha escrito numerosos artículos para medios como Daily Telegraph, The Guardian, The Sunday Times y The Lady. Como conferenciante ha asistido a numerosos eventos tanto en Inglaterra como en Estados Unidos, así como varias apariciones en radio y en televisión. Vive en Londres y en Oxfordshire con su familia.

SINOPSIS

Te presentamos a la Gente Joven Brillante, un grupo de agitadores hedonistas de los años 1920s cuyas búsquedas de tesoros fueron la obsesión de los periódicos de aquella época. Uno de sus grandes juegos tiene lugar durante la fiesta del décimo octavo aniversario de Pamela Mitford, fiesta que acabará siendo tan trágica como cruel y en la que el carismático Adrian Curtis es asesinado a las puertas de una iglesia cercana a la casa de la familia Mitford.

La policía rápidamente señala a Dulcie, una de las criadas como la asesina. Pero Louisa Cannon, doncella de las hermanas Mitford y ex criminal, está convencida de que Dulcie es inocente y hará todo lo necesario para limpiar su nombre, todo eso mientras el verdadero asesino se encuentra a unos cuantos pasos.

OPINIÓN

Después de casi un año de la publicación de la primera entrega de “Los crímenes de Mitford”, Jessica Fellowes nos presenta “Un cadáver con clase”, la segunda, que teníamos muchas ganas de leer después de lo atractiva que resultó ser la anterior novela.

En esta nueva entrega siguen estando Louisa Cannon y Guy Sullivan como personajes estrella, aunque también nos reencontraremos con casi todos los personajes de la primera novela. Una de las cosas estupendas de continuar leyendo la serie, es que veremos crecer a los personajes, y con ello veremos cómo cambian sus inquietudes, sus aspiraciones y su forma de pensar.

En “Un cadáver con clase” conoceremos más a fondo a Pamela, la segunda de las hermanas Mitford, ya sabéis que cada una de las novelas estará dedicada a una de las seis hermanas, y seguiremos disfrutando de la maravillosa ambientación histórica con la que Jessica Felowes ha dotado a la serie, situándonos como espectadores de excepción en los comienzos del siglo XX, concretamente en el año 1925, en una Inglaterra Victoriana y en un periodo de entre guerras.

LA HISTORIA

En esta nueva historia, Pamela Mitford está a punto de cumplir los 18 años. Su hermana Nancy decide que le va a organizar una fiesta en la casa familiar a la quiere invitar a todos sus amigos, y para divertirse le prepara el juego que está de moda en esa época entre los jóvenes de la alta sociedad, “la búsqueda del tesoro”, pero este momento de fiesta y alegría terminará de la manera más trágica cuando uno de los invitados, Adrian Curtis, aparece muerto.

Dulcie, la criada que acudió acompañando a la hermana del fallecido hasta Asthall Manor (la mansión Mitford), es acusada del asesinato, pero nuestra querida Louisa (la institutriz de las niñas que ya protagonizó la anterior entrega) está convencida de que es inocente y para demostrarlo se propone encontrar al verdadero asesino y así poder librarla de la horca. Para ello llamará a su lado a su incondicional amigo Guy Sullivan, policía de Londres, al que le une un sentimiento muy especial además de la amistad y el amor por los misterios.

Guy Sullivan junto con su compañera Mary Moon, se encuentran en este momento trabajando en un caso un poco complicado, en el que están tratando de detener a una famosa criminal, Alice Diamond y su banda las cuarenta ladronas, una banda de delincuentes formada por mujeres y se dedican al robo, constituyendo otra de las tramas de las que disfrutaremos en la novela.

Aunque esta entrega está dedicada a Pamela Mitford, su hermana mayor Nancy, la más audaz y osada de todas, es una protagonista importante en esta entrega, ya que es la responsable de encauzar la trama en determinadas partes de la novela, aportando su granito de arena y su maravillosa personalidad para que en colaboración con la niñera el misterio quede resuelto.

Conoceremos en profundidad a Pamela, la hermana Mitford protagonista de esta historia, una joven, bella, inteligente, amante del campo y de los caballos que ayudará en esta ocasión a nuestros jóvenes detectives a encontrar al asesino de Adrian. En lo que atañe a Louisa Cannon y al policía Guy Sullivan, volverán a demostrarnos de lo que son capaces gracias a su inteligencia y a su compenetración en esta tarea de resolver misterios. Ellos serán los que darán con esas pequeñas pistas con las que llegarán a las conclusiones acertadas y precisas que lograrán resolver el asesinato.

LA NOVELA

El punto fuerte de la novela es el trabajo de recreación tan maravilloso (tanto de la atmósfera como de la ambientación general) que la autora ha realizado, para destacar la época en la que se desarrolla la trama (1925). No sólo disfrutaremos del glamur de los años 20, sino que también veremos la gruesa línea que la autora ha marcado separando las distintas clases sociales londinenses. Seremos testigos de la frivolidad y el lujo de la alta sociedad frente a la sencillez y el trabajo de las personas que se encuentran a su servicio, adivinando una denuncia social de sus carencias y sus miserias.

En este segundo libro nos encontramos con una trama más rápida que la anterior, en la que la autora mezcla de una manera intachable los hechos reales con los ficticios, llegando a entender a todos los personajes que intervienen en ellos como completamente reales y verosímiles, con los que estableceremos una relación de familiaridad importante, y crearemos ese vínculo de empatía con ellos que tan importante es en el desarrollo de una novela.

Jessica Fellowes vuelve a regalarnos ese estilo elegante que tiene escribiendo. Utiliza una prosa muy rica y cuidada, con abundantes diálogos y con continuos avances que hacen que la novela se lea de manera rápida. Está narrada en tercera persona y se encuentra estructurada en capítulos cortos, cuyo ritmo nunca decae.

En mi opinión “Un cadáver con clase” es una espléndida novela de misterio que nos viene a recordar a las mejores novelas del estilo de las de Agatha Christie, con una trama que se centra en un crimen real y con una mezcla de personajes tanto reales como ficticios.

Cuando he llegado al final de la novela, en uno de los últimos capítulos, he tenido el recuerdo de los finales que el gran detective Hércules Poirot nos monta en esas escenas apoteósicas llenas de intriga donde todos los personajes tienen algo que esconder, pero sólo uno de ellos es el culpable. En este caso Louisa y Guy reúnen a todos los que fueron invitados a la fiesta, en el salón de la mansión Mitford, y allí nos descubren lo que tanto queríamos saber……

“Un cadáver con clase” es un libro que se puede leer de manera independiente, pero es una lástima no disfrutar de todo lo que en la primera entrega nos cuenta la autora, porque conoceremos desde sus orígenes la historia de la familia Mitford, su forma de vida,  y cómo son cada uno de sus miembros. Así conoceremos cómo fueron los comienzos de Louisa en la familia, y descubriremos a Guy, un policía que empezó siendo de ferrocarril y ahora ha ascendido a sargento de policía, con aspiraciones de llegar a ser inspector, y sobre todo sabremos cómo fue el comienzo de su relación.

CONCLUSIÓN

“Un cadáver con clase” es un buen libro de misterio al más puro estilo de los clásicos del género, elegante, con una ambientación impecable y con unos personajes maravillosos, en el que según vayamos leyendo, sacaremos al policía que todos llevamos dentro.

Esperaremos con entusiasmo la tercera entrega, a Diana Mitford, la tercera de las hermanas.

Las palabras que había dicho Dulcie en su última conversación resonaban en su mente: “Siempre sospechan primero de los nuestros”

“Uno debería aparecer en los periódicos en tres ocasiones, al nacer, al casarse y al morir”