55 - JAMES DELARGY

55

JAMES DELARGY

ROCA EDITORIAL

EL AUTOR

James Delargy nació y creció en Irlanda, pero vivió en Sudáfrica, Australia y Escocia antes de recalar en un pueblo de Inglaterra, donde ahora vive. 55 es su primera novela, con la que ha conquistado público y crítica en Inglaterra.





SINOPSIS

Gardner's Hill es una ciudad remota y tranquila situada en la Australia Occidental. Allí vive el sargento de policía Chandler Jenkins, quien se enorgullece de dirigir la pequeña y tranquila comisaría de policía local.

Todo esto cambia el día en el que un hombre herido llega a la comisaría. El extraño está cubierto de sangre seca. Su nombre es Gabriel, y le cuenta a Chandler lo que recuerda. Cuenta que le drogaron y condujeron a una cabaña en las montañas y que allí lo ataron con cadenas de hierro. El hombre que le hizo esto se llamaba Heath, y le dijo a Gabriel que él iba a ser el número 55, su 55ª víctima.

Heath es un asesino en serie.

Mientras se inicia la investigación, un hombre que dice llamarse Heath entra en la comisaría y le cuenta a Chandler lo que recuerda: que le drogaron y condujeron a una cabaña en las montañas y que allí lo ataron con cadenas de hierro. El hombre que le hizo esto se llamaba Gabriel, y le dijo a Heath que iba a ser el número 55, su 55ª víctima.

Gabriel es un asesino en serie.

Dos sospechosos. Dos historias idénticas. ¿Cuál será la verdadera?

OPINIÓN

“55” es un trhiller cuya acción se sitúa en la Australia profunda, en Wilbrook, un remoto pueblo casi abandonado que es víctima de la decadencia que siguió a una efímera etapa de esplendor y donde actualmente sólo quedan unas pocas familias a las que no les ha quedado más remedio que subsistir a base de pequeñas explotaciones agrícolas o ganaderas, y esto es muy importante porque determinará el ambiente que reinará en toda la narración, un ambiente cerrado, casi asfixiante y un tanto desconectado del mundo real.

La historia comienza cuando dos hombres, donde uno parece huir del otro, se enzarzan en una pelea y caen por un terraplén. Poco después aparecen cada uno por separado en la comisaría del pueblo. Ambos cuentan la misma versión de los hechos y se acusan mutuamente de un intento de secuestro y asesinato, pero es un hecho innegable que uno de los dos miente.

Chandler Jenkins, sargento del pueblo, se hace cargo de este extraño caso y de la investigación correspondiente. Jenkins carga sobre sus espaldas con una vida que no ha sido ni fácil ni satisfactoria para él, debido a que su mujer le abandonó dejándole en mitad de la nada al cargo de dos hijos adolescentes.

Para apoyar la investigación e intentar resolver el misterio, llegará al pueblo un equipo enviado desde la central y capitaneado por Michel Andrés.

Michel y Chandler eran compañeros hace unos años en Wilbroock. Ambos participaron por aquel entonces en la búsqueda de un muchacho que desapareció sin dejar rastro en el bosque, que trajo de cabeza a todo el pueblo y a los medios de comunicación de los alrededores y que llegó a agotar todos sus recursos humanos y psicológicos, llevándoles al límite de sus fuerzas y de su paciencia para acabar con un resultado tristemente nefasto: nunca encontraron al joven. Después de aquello, Michel se marchó para hacer carrera a la ciudad, fuera del angustioso y decadente pueblo que le vio nacer y donde vivió su primer fracaso como policía.

En esta ocasión ambos intentarán llegar a la verdad para poder poner a disposición del juez al verdadero agresor, al que además acusarán de al menos otros seis asesinatos, según demuestran seis cadáveres encontrados en unas tumbas en mitad del bosque.

A partir de aquí, se sucederán huidas y persecuciones, secuestros y amenazas, un juego de identidades macabras y una lucha sin cuartel entre quienes en un tiempo pasado fueron grandes amigos y hoy son rivales irreconciliables, Michel y Chandler, porque la trama de la novela además del caso del asesino sin identidad también va a tratar sobre deudas del pasado.

Michel llegará a Wilbrook con un afán de venganza y una prepotencia desmedida, intentando demostrar continuamente lo paletos que son en el pueblo, y cobrarse así su trofeo a costa de la autoestima de Chandler Jenkins, que dará lugar a una despiadada lucha de poder por apuntarse el tanto de la resolución del caso.

La trama además irá descubriéndonos por medio de flashbacks qué es lo que pasó realmente hace años entre ellos en mitad de la investigación sobre la desaparición del joven Martin Taylor, donde iremos descubriendo que fue un hecho que estuvo rodeado de historias familiares muy tristes, que fueron el germen que les ha llevado hasta la situación actual.

La novela nos enseñará que el fanatismo religioso nunca fue un buen caldo de cultivo para criar a niños sanos, ya que tan sólo servirá para forjar seres inadaptados y sociológicamente enfermos, que nos pondrá de manifiesto la vulnerabilidad de la infancia cuando se han de vivir determinadas circunstancias.

El autor ha puesto especial interés en crear un ambiente asfixiante, utilizando para ello el clima de esa zona de Australia, el medio rural, el ambiente polvoriento y describiéndonos a una sociedad endogámica, donde hay poca cultura y muchos prejuicios.

Por otro lado, nos ha recreado a la perfección una pequeña comisaría rural, donde nunca pasa gran cosa y donde un hecho de las características que se narran en la novela pone a todo un pueblo completamente patas arriba.

El final nos llegará de manera rápida y adictiva, en una especie de gran carrera, porque una vez encontrado al culpable, este se guardará un as en la manga que no hará más que aumentar el sufrimiento de ambos policías llevándoles a protagonizar un desenlace de lo más impactante.

Lo más original de la novela es su final. Un final con unas características que muy pocos autores se atreven a abordar, no es muy habitual que las novelas acaben así, y no puedo desvelaros nada más porque rompería la sorpresa.

"Mitch temblaba y sollozaba. Tenía la boca abierta, pero de ella no salía palabra alguna.

Lo que había ocurrido estaba más allá de las palabras."