PRESENTACIÓN DE "EL CLUB DE LAS 50 PALABRAS"
ANA B. NIETO
EDITORIAL ROCA
22/01/19 LIBRERÍA LA SOMBRA
LA AUTORA
Ana B. Nieto es escritora y
guionista. Estudió la carrera de Comunicación Audiovisual. Ha trabajado como
profesional en el área audiovisual y en la red. En 2013 debutó como escritora.
Su primer libro fue La huella blanca, novela por la que estuvo nominada a
los Premios Hislibris a mejor autor novel de 2014.
De 1996 a 2000 Estudió la carrera
de Comunicación Audiovisual en la Universidad de Navarra, que completó con
estudios en Historia del Arte, Bellas Artes y Publicidad. Además, como
preparación para la escritura de su trilogía de El niño robado cursó
estudios de Historia Antigua y de la Iglesia, pasó un año en Irlanda estudiando
su mitología y gaélico antiguo y contemporáneo.
Debutó en 2013 como autora, con
la primera parte de la trilogía de El niño robado, La huella blanca, que
fue nominada al premio Hislibris de novela histórica como mejor autora nóvel de
2014. Dicha novela también se vendió en México, Chile, Uruguay y Colombia y fue
traducida al catalán como L'Empremta Blanca. Su segunda novela y
segunda de la trilogía, Los hijos del caballo, fue publicada en 2015.
En su tercera novela se alejó de su
universo personal de mitos y leyendas. Con Manuela, la novela de Acacias
38 (2016), adaptó, en colaboración junto con Estefanía Salyers, la serie
de televisión al libro, haciendo de nuevo una incursión en el género de novela
histórica, esta vez en el siglo XIX. La novela fue traducida además al
italiano.
En la actualidad se encuentra
terminando la tercera parte de la trilogía de El niño robado y acaba de ver la luz El club de las 50 palabras.
SINOPSIS
El club de las cincuenta
palabras es un grupo de mujeres extranjeras que se reúnen en el sótano de
una casa en un pueblo del levante español, a orillas del mediterráneo. Los
vecinos creen que son brujas porque hablan en inglés y leen libros en otros
idiomas y de autores desconocidos en la España de los años 50.
David, hijo de Alice, la
anfitriona, presencia estas reuniones mientras juega con un tren de madera,
cada cumpleaños su madre le regala un nuevo vagón de color diferente.
Un día en el sótano se produce un
extraño fenómeno: una inundación de agua salada. Nadie entiende qué ha pasado,
los fontaneros lo achacan al poder de las brujas.
David aprovecha la inundación
para colarse en una gruta donde ve un maravilloso jardín, lleno de corales,
peces de colores luminosos, medusas, distintas tonalidades de azul marino…. Su
madre le tiene prohibido acercarse, pero él se muere por explorarlo porque sabe
que su familia tiene un vínculo con el mar.
Pocos días después, su madre se
marcha a Nueva Zelanda y David se queda con su tía Emilia y su hija Eleni.
Emilia también forma parte del Club de las 50 palabras, y es quien le explica a
David que su madre ha tenido que marcharse porque el abuelo, que es el océano,
la ha mandado llamar. También le cuenta que años atrás, Alice se había
enamorado de un marino y se fue con él a España. Como la vida en España era muy
diferente a la de su país, creó el Club de lectura y el Manifiesto de las 50
palabras. Lo llamó así porque lo suscribieron 50 mujeres, 50 hermanas
–oceánides y nereidas- para seguir unidas y conservar parte de su mundo
anterior, el que no podían dejar atrás porque significaba la libertad antes de
ser madres.
Años después, el vínculo que une
David al océano, le permite creer que va a estar protegido y se aventura a dar
la vuelta al mundo, convirtiéndose en una leyenda.
OPINIÓN
El pasado día 22 de enero, en la
Librería la Sombra de Madrid, con el grupo de Soy Yincanera asistimos a la
presentación de una preciosa novela escrita por Ana B. Nieto, y editada por
Editorial Roca: "El club de las 50 palabras".
El acto fue presentado por Blanca
Roca Roca, jefa de la editorial y dirigido por la escritora Lola Robles a modo de entrevista.
Según contó la propia autora, la
novela es un relato lleno de magia y fantasía, donde una historia de pérdida
sirve como fondo para justificar todo el argumento y la manera en la que está
escrito.
El libro nos cuenta la historia de David, un niño que pierde a su
madre de la noche a la mañana en unas circunstancias nunca esclarecidas, de manera que se ve obligado a crecer con esa ausencia y con la incertidumbre
de no saber nunca lo que realmente pasó. Para justificar esa pérdida y rellenar sin
dolor el hueco emocional que este hecho le dejó, inventará todo un mundo de
fantasía entorno al mar, donde ambos, madre e hijo, se reencontrarán de forma mágica a lo largo de los años, y así David sentirá el apoyo necesario para seguir adelante con su vida. Junto a él viviremos escenas que destacarán tanto por lo bonitas y emotivas que son,
como por lo que tienen de irreales y fantásticas.
La escritora ha querido resaltar
el mundo marino, mediterráneo y mitológico al que ha estado muy unida a través
de sus anteriores novelas. El mar es algo muy importante en esta historia,
quizás represente el abismo que se abre en el corazón de David, y a la vez el
único lugar donde encuentre la paz, gracias a que en sus profundas cuevas
inventa toda una trama fantástica donde su madre siempre está presente.
Creo que con ésto, Ana B. Nieto ha querido que nos planteásemos la disyuntiva de si es mejor recrearse en la
fantasía para poder olvidar el dolor de alguien a quien hemos perdido y seguir viviendo con un mínimo de esperanza,
o por el contrario es conveniente enfrentarnos a la realidad desde el primer
momento, y aunque tengamos que pagar un peaje doloroso, vivamos en la
realidad de nuestro mundo y lo afrontemos sin edulcorantes. Interesante.
También nos explicó que había
querido reivindicar en la novela a una parte de las mujeres de los años 50. Unas mujeres luchadoras que aún en circunstancias adversas socialmente, tenían
mucho que decir, y eran las depositarias en muchos casos de unos valores
culturales y humanos inigualables, que les costaba mucho esfuerzo defender en nuestro país.
Reivindicó igualmente el valor de
los torreros, como ella los llama en la novela, o fareros. Y es que en la historia
emplea la figura del faro como un símbolo que representa a la realidad, una
realidad que a pesar de las adversidades que nos ponga la vida por delante, es
lo único que nos puede salvar cuando luchamos en la tormenta.
A mí no me gusta especialmente el
realismo mágico en la literatura, pero tengo que reconocer que ese toque de
fantasía unido a la historia tan bonita de David y a todos los personajes que
le acompañan, me ha añadido un punto de dulzura que me ha resultado muy
misterioso y emotivo.
Desde aquí quiero destacar el
personaje de Eleni, del que se habló muy poco en la presentación, y a la que considero que además
de aportar una gran pasión a la historia, para
mí es la gran damnificada por la profunda decepción que supone para ella que David viva por y para el mar y sus delirios.
Y por supuesto, esa dura verdad
descubierta al final del relato gracias a la periodista que investiga toda la vida de David. Ella es el personaje
que une todas las partes del puzle, y ese descubrimiento final me
ha dejado muy impresionada y con las lágrimas en los ojos.
En resumen, una bonita, entretenida y tierna novela para disfrutar de lo etéreo y lo mundano. Algo diferente que hará las delicias de cualquier lector. Muy recomendable.
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