NO ES TIEMPO DE PEROS
DAVID JIMÉNEZ EL TITO
EDITORIAL OFF VERSÁTIL
EL AUTOR
David Jiménez Martínez (Cartagena, 1978) es licenciado en Biología por la Universidad de Murcia. En la actualidad, después de haber desarrollado su carrera como biólogo en el ámbito del control de calidad, ejerce en Castellón como agente marítimo de Vigilancia Aduanera, un cuerpo policial adscrito a la Agencia Tributaria que se encarga de la represión del contrabando.
Tras colaborar durante unos meses con Castellón Noticias redactando artículos sobre novela negra, decidió dar el salto y escribió "Muertes de sobremesa" e "Inspector Solo". Ahora David Jiménez nos presenta la tercera parte de esta trilogía: "No es tiempo de peros".
SINOPSIS
Para Zoe, Marcial es el mejor medio para descubrir al verdadero culpable de la muerte de su novio. Para Marcial, Zoe es la única compañía humana que no le resulta insoportable.
SINOPSIS
Ella ya no es esa policía tímida
que no se atrevía a mirarlo a la cara.Él ya ni siquiera es policía.
Ambos han pagado un peaje
demasiado alto por trabajar al margen de la ley. Ahora lo único que los une es
una causa común: encontrar al Cazador.
Pero compartir un objetivo no los
convierte en compañeros, solo en socios; unos socios que tendrán que lidiar con
una relación amor-odio basada en engaños.
Para Zoe, Marcial es el mejor medio para descubrir al verdadero culpable de la muerte de su novio. Para Marcial, Zoe es la única compañía humana que no le resulta insoportable.
La búsqueda del Cazador los une
en un nuevo caso, pero esta vez nada será igual. Marcial ya no tiene una placa
que le impida desafiar las normas, y Zoe simplemente ha dejado de cumplirlas.
Ambos iniciarán un descenso a los suburbios de Cartagena en la investigación de
una trama de blanqueo de capitales que salpicará de sangre los cimientos de la
ciudad.
OPINIÓN
Después de lo que me impactó
Inspector Solo, estoy encantada porque la iniciativa lectora de Soy Yincanera
ha decidido que nos metamos en harina leyendo la tercera parte de la trilogía
de Marcial Lisón: “No es tiempo de peros”, y si me impresionaron las
anteriores, en esta directamente casi muero a ritmo de persecución y a golpe de venganza.
LA HISTORIA
Ha pasado un año desde que el
inspector Miralles apareció muerto y con signos de haber sido torturado,
mientras Zoe casi pierde la vida en el mismo operativo. Estaban investigando
una trama de corrupción, blanqueo de capitales y extorsión, y aunque avanzaron
mucho en la investigación, nunca consiguieron llegar hasta el cabecilla de la
organización criminal, que a estas alturas debe considerarse el amo, dueño y señor
de Cartagena.
Para colmo de males, el principal
sospechoso del caso, El Cazador, escapó antes de que se pudiesen aclarar todas sus
implicaciones en la trama criminal, por lo que Marcial y Zoe están desesperados
investigando como pueden y actuando completamente a ciegas en el tema.
Además, la investigación después
de este año transcurrido la llevan de una manera un tanto peculiar. Marcial
está de excedencia voluntaria investigando por su cuenta, y Zoe apartada del
caso en un principio, también.
Para colmo de mala suerte, el
principal sospechoso, el Cazador, aparece colgado de un puente, en lo que en
principio parece un suicidio de manual, pero….
Y ahora SÍ, ES TIEMPO DE PEROS.
El pasado siempre acecha, y ahí
está, esperándoles para saldar cuentas. Lo peor es que ese ajuste de cuentas
tan deseado, también es una pulsión incontrolada de odio para Marcial
y Zoe.
LA VENGANZA
Son muchas las ramificaciones con
olor y con sabor a muerte que ha dejado este caso, y ambos creen que para
alcanzar algo de paz (cosa nada probable) deberán esforzarse al máximo, coger
al principal culpable, poder así dar carpetazo a la situación y de paso
intentar cerrar sus heridas. Y digo intentar, porque el pozo negro en el que
están sumidos desde hace un año, dirige sus vidas, sus sentimientos y sus
relaciones, más allá del propio caso policial, y porque hay un sentimiento que
está por encima de todos sus horizontes: la venganza, y ambos son conscientes
de que sin venganza, no habrá redención.
Necesitan llegar hasta el fondo
del asunto para cerrar este capítulo de serie B que mantienen abierto en sus
vidas y también por su propia paz mental, que por cierto, creo que les importa
una mierda a ambos, pero….
Zoe, esa compañera fiel y que pisaba
hasta ahora con los pies en la tierra no puede asimilar todo lo que le sucedió
a ella y sobre todo a Unai Miralles con el que mantenía una relación. Su
frustración y el dolor acumulado se han transformado en un profundo odio y una
sed de venganza sin medida.
Necesita por encima de todas las
cosas y a cualquier precio encontrar al causante del terremoto que asoló su
vida hace un año y saciar a un demonio interior que ha ido creciendo a lo
largo de este tiempo a imagen y semejanza del que porta Marcial ya casi de
forma natural. Pero...
¿Hablamos de ajustar cuentas, así,
sin más? ¿O de dar rienda suelta a un monstruo vengativo al que deben alimentar?
Yo creo que ambas cosas. Y esa es la singularidad de este final de la saga.
Nunca imaginé que Zoe pudiese sufrir tal transformación. En realidad, y aunque
entiendo que es mucho lo sufrido por ambos protagonistas, no termino de aceptar esa negrura que nos transmite toda la novela, ese desahucio de lo
humano y ese abrazo a lo terrible, incluso pasando por encima de lo
medianamente correcto, y digo medianamente, porque ya todos conocemos como se
las gasta Marcial en sus investigaciones, pero Zoe…. me ha dado mucha rabia
verla vencida por el cinismo y la ira.
Es una de las cosas que más han
cambiado en la novela con respecto a las anteriores. Zoe ya no es nuestra Zoe
de antes. Se mueve a golpe de impulsos, de desprecios, de palabras que no se
pronuncian, de negro, de odio. Ella ya es otra, y busca su redención apretando
el gatillo. ¡Que juego personal tan particular se traen entre manos Zoe y
Marcial!. Nunca se sabe quién lleva la carta más alta, aunque creo que el peso
narrativo de esta entrega es sin duda de Zoe.
Ambos irán a través de las páginas de la novela moviéndose a la carrera tras los malos. Nos tendrán con la
lengua fuera, porque según vayan llegando ellos a una conclusión, la puerta se
les cerrará de golpe con un muerto. Y sumarán unos cuantos…
LA NOVELA
La narración es perfecta, hay una
evolución en la escritura del autor muy notable. Las descripciones, sobre todo
las de los sentimientos, están muy logradas. Podemos ver, oler y respirar el
desaliento, el odio, y el desahucio emocional de los personajes. Pocos autores
logran esta sensación con una prosa sencilla y directa como lo hace El Tito en
esta novela.
El lenguaje siempre acompaña a
las situaciones descritas, encaja como un guante en los ambientes por donde se
mueve la narración. Es muy importante el tiempo verbal utilizado, el presente,
pues le da una sensación de inmediatez a todo lo que va pasado, logrando un
ritmo ágil, a veces incluso vertiginoso. Creo que la historia está contada por
alguien con muchísima inteligencia.
Respira detalles increíbles a
cada capítulo y es de destacar la Cartagena que nos describe en esta entrega. Es la Cartagena más oscura, más profunda, con
esos barrios marginales llenos de droga y de violencia, de soplones y de ajustes
de cuentas.
Sigue sin gustarme la relación
que Marcial mantiene con las putas, bueno... y con todo bicho viviente en
realidad, pero soy consciente de que no puedo evitar también compadecerme de él
y quererle. Marcial es un frasco de veneno incluso para sí mismo (sobre todo
para sí mismo). Es dañino, egoísta, desapegado, no hay casi nada en esta vida que le
proporcione ni un minuto de paz, ni una sonrisa, y a pesar de todo me
conquista por leal, por sincero, por ese afán de proteccionismo que dispersa a
Zoe y a su fiel compañera de descampados Sola, pero me ha disgustado
encontrármelo tan agrio y tan vencido en esta entrega.
Por cierto, me gusta que los descampados tengan un especial
protagonismo en la novela. En ellos se cuece lo peor y lo mejor de Marcial.
La novela es dura por los cuatro
costados. Me he encontrado con mucha violencia física y sicológica. Os juro que
he tenido que leerme el final dos veces porque no daba crédito a lo que estaba pasando.
Y… Llegando el tiempo de peros….
Yo me pregunto… Pero… ¿Por qué El Tito nos ha hecho pasar por ésto?.
Leedla, porque tendréis una clara
imagen de cómo se mueven los funcionarios corruptos y las mentes de aquellos
que les persiguen y porque tendréis una visión diferente de las ciudades de
provincias y de lo que se mueve en ellas.
Leedla, porque nunca vais a
encontrar a nadie como Marcial en la literatura, mitad ángel, mitad demonio.
Leedla porque os las veréis
cara cara con los peores demonios
interiores que habitan en la cabeza y en el corazón de los hombres.
Leedla porque es una obra de arte
dentro de la novela negra. No hay nada parecido.
Es una novela con un contenido muy duro, de esas que nos ponen los sentimientos a flor de piel, de las que no encuentras el momento de parar de leer. A mi en particular me ha encantado la historia, los personajes, el ambiente y sobre todo constatarla evolución del autor. Un beso
ResponderEliminarPues tendré que leerla, pero empezaré por el principio y buscaré el primer libro.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me ha encantado Marcial Lisón, mucho más que su compañera Zoe. Porque sobre Marcial pesa una historia diferente, de adentro cuyos orígenes aparecen en el primer libro que pretendo leer en cuanto pueda. Tal como dices, si Inspector Solo me impactó por su dureza, si cabe, esta aun más y se me ha quedado grabado a fuego No es tiempo de peros, creo que será muy difícil quitar de mi mente todo lo que leí.
ResponderEliminarHe leído la trilogía al completo y creo que es magnífica tanto en trama como en estilo y prosa del autor. Brutal!
ResponderEliminarBesos
Hola.
ResponderEliminarYa tenía pendiente el primero de esta trilogía así que este también va a la lista de pendientes, a ver si mi pila de libros baja un poco y puedo leerlos pronto.
Un saludo.
La novela está muy bien escrita y si lees los libros desde el principio destacaría la ascensión de David como autor y la gran labor que hace con los personajes, INCREIBLE!!
ResponderEliminarUn magnífico broche final a la trilogía, sin duda. Sabíamos de qué pie cojeaba Marcial, y David nos ha sorprendido con la gran evolución del personaje de Zoe, que aparece como un personaje mucho más oscuro a la búsqueda de respuestas y movido por la venganza. Geniales los escenarios por los que nos movemos en esta fantástica novela negra, el lenguaje utilizado y la evolución de David como escritor. Títulos, los tres, altamente recomendables, no hay duda. Personalmente he quedado con ganas de más Marcial, a ver qué nos depara su creador.
ResponderEliminarBesos.
A mí me dieron ganas de matar a David precisamente por hacernos pasar por lo que nos hace pasar. Pero he disfrutado muchísimo con esta lectura, más incluso que con la anterior; ahora sólo me falta leer la primera novela...
ResponderEliminarme gustaria leer algo mas de estos personajes, ¿ es posible?
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