JUSTO - ENCUENTRO CON CARLOS BASSAS DEL REY

JUSTO

CARLOS BASSAS DEL REY

EDITORIAL ALREVÉS

AUTOR

Carlos Bassas del Rey (Barcelona, 1974) trabaja como juntaletras de fortuna, labor que equilibra con la docencia y la escritura de guiones. En el 2007 ganó el premio Plácido al Mejor Guion de Género Negro en el IX Festival Internacional de Cine Negro de Manresa. En el 2012 publicó su primera novela, Aki y el misterio de los cerezos (Toro Mítico), y ganó el premio Internacional de Novela Negra Ciudad de Carmona con El honor es una mortaja (Tapa Negra). En el 2015 llegó Siempre pagan los mismos (Alrevés), ganadora del Tormo Negro, y una nueva entrega de la saga japonesa Aki, El Misterio de la Gruta Amarilla (Quaterni). En el 2016 publicó el libro de haiku Mujyokan (Quaterni), la novela corta La puerta Sakurada (Ronin Literario) y Mal Trago (Alrevés), y en el 2018, El samurái errante (Quaterni). Ese mismo año publicó su última novela negra, Justo (Alrevés) que ha sido ganadora del Premio Hammett 2019.

SINOPSIS

La verdadera justicia debe ser fría, implacable, desapasionada. Y para aplicarla, Dios decidió que cada generación contara con treinta y seis Justos, los tzadik, hombres anónimos que mantienen el equilibrio entre el Bien y el Mal sobre la faz de la Tierra. Justo Ledesma es uno de ellos. Un viejo irascible que discurre por las calles de un barrio, el de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera, que ya no es el suyo; de una ciudad, Barcelona, que dejó de serlo hace tiempo. Un hombre cansado que, consciente de que su fin está cerca, decide saldar cuentas con su pasado; con un pasado que regresa de forma inesperada cincuenta años después.

Escrito en una primera persona de estilo directo y peculiar, Justo esconde un triple relato: el de una vida dedicada a una misión sagrada, el de una venganza y el de la nostalgia por un tiempo cada vez más lejano, por unas calles cada vez más ajenas, por una ciudad moribunda que se desangra víctima de sus propios deseos, de sus propios errores.

OPINIÓN

“Justo”, de Carlos Bassas del Rey, es la novela ganadora del Premio Hammett 2019 en la edición de la Semana Negra de Gijón de este año.

La novela nos cuenta la historia de Justo Ledesma, un hombre sencillo, un abuelo de barrio, que vive en Barcelona. Tiene 75 años y lleva una vida muy normal, aunque tiene una peculiar manera de  entender la justicia, y es que él no necesita juicios porque él mismo se erige como juez, jurado y verdugo.

Pertenece a la hermandad de “Los justos ocultos”. Él es uno de los treinta y seis justos tzadikim mistarin, cuyo propósito en la vida es justificar a la humanidad ante los ojos de Dios, y tienen la particularidad de que ninguno de los treinta y seis se conocen entre sí y además todos deben llevar sus misiones sin ser vistos por la sociedad. 

Se levanta cada mañana sin más finalidad que callejear por su barrio, un barrio que pertenece a una Barcelona que ya no reconoce y al que aborrece, porque prefiere infinitamente más a la que recuerda de su pasado, Calders, Santa María del Mar, Sant Pere, las calles de Ciutat Vella, y así, a lo largo de la novela será su memoria la que nos guíe por la ciudad. Come en el bar de su amigo Damián, junto con Julián, un marino vasco y su motivación más íntima es la que siente cuando piensa que debe mejorar el mundo, empezando por los que lo estropean a diario con su mezquindad.

Tiene una visión de la vida un tanto particular, la verdad, y esta será la justificación a toda la trama que se desarrolla en la novela. Justo realmente define su propósito de justicia sin rendirse en la bondad, su deseo es siempre combatir el mal movido por una sed de venganza.

Su nombre no le fue puesto de forma fortuita, fue su madre, una mujer holandesa de origen judío que conoció el horror del nazismo, le puso ese nombre a propósito, y durante toda su vida trató de hacerle entender que él era uno de los treinta seis justos encargados de mantener el equilibrio entre el bien y el mal según la tradición judía.

Pero ocurre que su tiempo se acaba, su cuerpo va extinguiéndose y antes de morir decide que debe resolver un asunto personal que desde hace tiempo tiene pendiente.

Con esta novela Carlos Bassas ha puesto en nuestras manos un relato realista, duro, una novela narrada en primera persona con frases cortas que le dan un tono impactante y reflexivo, con un lenguaje muy bien escogido y cuidado. Utiliza en cada momento las palabras precisas en la voz de Justo, con unos párrafos cortos y certeros que mantienen la tensión narrativa en cada capítulo, dosificando los tiempos a la perfección.

“Justo”, tiene todo lo que conlleva una novela de este género, organizaciones criminales que están en guerra entre ellas, una policía corrupta, personajes que resultan que no son lo que parecen, traiciones y maldad. Por todo ello es una novela que se lee de manera ágil, pero que requiere una lectura atenta, ya que las frases cortas nos dan una visión inmediata y directa de lo que el autor desea transmitir, y no querremos perdernos ninguna de estas apreciaciones, os lo aseguro.

La gran fuerza de la novela está centrada en el gran personaje que encarna Justo Ledesma, en sus principios, en su carácter solitario, en sus enternecedoras dudas, sus divertidas reflexiones y sus agudas críticas. Los personajes secundarios de esta historia son más bien planos y los encontraremos un tanto desencajados y al límite. Los pasajes donde intervienen son breves, pero muy necesarios porque Justo tiene una misión y necesita de su rivalidad. 

En resumen, diría que “Justo” es la historia de un justiciero que llega donde la ley no puede, un ángel vengativo que va dejando charcos de sangre a lo largo de su vida y que siente que es así como debe mejorar el mundo en el que vive, porque él se ha convertido en el “hombre que barre la mierda de Dios”. 

Una gran novela, negra, directa y demoledora.

“La conciencia es un tumor que no se puede extirpar, o naces sin ella o la cargas toda la vida”

“La vida solo puede ser comprendida hacia atrás, pero únicamente puede ser vivida hacia adelante” Kierkegaard

ENCUENTRO CON EL AUTOR

El pasado viernes 25, celebramos en Librería y papelería Compás un encuentro literario con el escritor Carlos Bassas del Rey, el ganador del Premio Hammett 2019. Entre todos los asistentes tuvimos el honor de tener a Paco Gómez Escribano, también finalista del Hammet y una persona encantadora que aportó humor y sabiduría al encuentro.

La presentación del autor corrió a cargo de una gran amiga que tenemos en común, la también escritora Marian Peyró que nos esbozó someramente la biografía de Carlos Bassas, así como su faceta profesional y entre lo que nos contó sobre él destacamos como dato curioso que es un gran amante de la cultura japonesa y como dato relevante que ha sido fundador y director durante varios años de Pamplona negra.

Después de contarnos un poco su trayectoria literaria, comenzamos a hablar de sus dos últimas novelas “Soledad” y “Justo” , comentando especialmente su particular manera de escribir.

Fue muy interesante. Nos habló de su estilo al escribir revelándonos que lo que más le interesaba era plasmar su propia mirada a través de esas frases cortas que utiliza y que tanto impactan en el lector. Así lo experimentó en “Mal trago”, una novela anterior, y luego continuó utilizándolo en “Soledad” y en “Justo”. Es una estructura que le resulta muy cómoda, donde utiliza un lenguaje muy preciso y cortante, con el que se siente muy cómodo. Él cree que este recurso ha sido fruto de su formación para escribir guiones, donde debe decir muchas cosas en muy poco texto escrito. 

Con relación a sus novelas, de “Soledad” nos comentó que para él había sido una “novela terapia” y fue fruto de una necesidad, de intentar contar una realidad que le rodeaba y que tenía que manifestar. En cuanto a “Justo”, nos explicó que afrontó la novela pensando desde un principio en colocar a la ciudad de Barcelona como otro personaje más. Sentía que había llegado el momento de escribir sobre la Barcelona de su memoria, sobre los recuerdos de su padre y los suyos propios. Nos habló también de la tradición judía de los 36 justos, llamados tzadikim mistarin que mantienen el equilibrio de la vida y la muerte y la justicia separada de la ley. 

Al final nos confesó que lo más importante para él en sus tramas era el  “tente”, la mirada del mundo, la mirada de los personajes, sus vidas y las diferentes personalidades con las que afrontan la vida que les rodea, por eso es a lo que más tiempo dedica cuando emprende la aventura de escribir un nuevo libro.

Mariam terminó el encuentro comentando lo diferentes que son las dos novelas y lo difícil que es no caer en la exageración.

Hablamos de muchas otras cosas interesantes: de los narradores que usa y de cómo lo hace, de cómo amigos escritores se intercambiaban sus obras para corregirse entre ellos el estilo, la trama, la estructura, y principalmente nos dio una impresionante clase de literatura que mantuvo a todos los asistentes absortos con sus explicaciones. 

Fue un encuentro maravilloso, uno más del que poder presumir desde la Librería Compás, porque este en concreto fue divertido, ameno y muy edificante. ¡Os esperamos en el próximo!