PRESENTACIÓN DE: LA NIÑA QUE MIRABA LOS TRENES PARTIR - RUPERTO LONG

PRESENTACIÓN

LA NIÑA QUE MIRABA LOS TRENES PARTIR

RUPERTO LONG

EDITORIAL SUMA

16/05/2019

CENTRO SEFARAD - ISRAEL

El pasado día 16 de mayo, estuvimos en la presentación de la novela "La niña que miraba los trenes partir" de Ruperto Long. El acto tuvo lugar en el Centro Sefarad - Israel en Madrid, un lugar en el que nunca habíamos estado antes, y que nos contaron que dependía directamente del Ministerio de Asuntos Exteriores. Cuando entramos, antes de comenzar la presentación propiamente dicha, pudimos dar una vuelta por el lugar y admirar algunas exposiciones que había abiertas al público sobre la temática de los campos de concentración y el Holocausto judío, muy apropiadas para ir entrando en materia entes de la presentación.

La bienvenida estuvo a cargo de un representante de la embajada de Uruguay y del periodista y escritor Juan Cruz que después de comentar algunos aspectos de la novela con el escritor Ruperto Long (demasiados para nuestro gusto), y tras recalcar la importancia de que la literatura nos acerque este tipo de historias para que nunca olvidemos el horror más grande que se cometió contra la humanidad en los años 40, que costó la vida de seis millones de personas y el éxodo de muchas más, nos presentó a la verdadera protagonista de la tertulia.

La novela nos cuenta la historia de una niña belga judía, Charlotte, que a los 8 años tuvo que huir junto a su familia de la ciudad de Lieja (donde vivían) porque había sido ocupada por los nazis y sus vidas corrían serio peligro. Atrás dejaron su país, su infancia y sus sueños, para recorrer parte de Europa como unos auténticos fugitivos con la única idea en la cabeza de salvar su vida.

Nuestra sorpresa en esta presentación fue mayúscula cuando en la mesa de ponencias vimos que estaba la propia Charlotte, hoy en día convertida en una señora de 86 años, una gran superviviente que nos desveló algunas de las claves del libro.

Así, nos hizo saber que conoció a Ruperto Long en un evento social, y que a modo de chascarrillo le contó cual había sido su historia durante la Segunda Guerra Mundial. Hasta entonces no había sentido la necesidad de contarlo, pero en ese momentos surgió la idea de crear esta novela (que también incluye partes de ficción) para que el mundo no se perdiera semejante testimonio, y ella aceptó tras muchas reticencias a divulgar su testimonio.

Nos contó que durante su huida, hubo veces en las que pasó hasta 15 meses escondida en un armario, concretamente en la ciudad de Lyon. Las pocas veces que podía salir a la calle, le encantaba ir a la estación a ver los trenes pasar. Hasta que un día se fijó en que los vagones que salían de la estación iban cargados de personas, porque por las rendijas de las maderas podía ver cómo sacaban sus manos. Entonces comprendió (con su inocente entendimiento infantil) que los trenes no pasaban, que partían cargados de seres humanos que nunca regresarían. Una durísima realidad.

Esta percepción y la humillación de aquellos que les rodeaban y les consideraban seres inferiores y despreciables, fueron las dos cosas que más le marcaron en aquellos tiempos y que le ha costado superar a lo largo de los años. Al final, tras muchos y penosos episodios, y gracias a los familiares que les quedaban repartidos por el mundo consiguieron llegar a Uruguay y lograron sentirse de nuevo personas libres con todos los derechos para rehacer sus vidas.

Fue un testimonio que supuso para nosotras una gran lección de vida, y fue muy impresionante escucharlo de boca de su propia protagonista.

Desde aquí y por todo lo que escuchamos, creemos que debemos recomendaros esta novela. Promete ser una gran historia.