martes, 22 de enero de 2019

EL CASO DE LAS JAPONESAS MUERTAS - ANTONIO MERCERO


EL CASO DE LAS JAPONESAS MUERTAS
ANTONIO MERCERO
EDITORIAL ALFAGUARA

EL AUTOR

Antonio Mercero Santos (Madrid, 1969) es periodista de formación. En  1994 cambia de rumbo profesional y empieza a trabajar como guionista en series como Farmacia de Guardia y Hospital Central (Premio Ondas 2005), entre otras. Asimismo, es autor de los guiones de las miniseries El pacto y El Rey, sobre la vida de Juan Carlos I. En  cine ha colaborado en el guion de La Vergüenza, de David Planell, y es coautor, junto a Gracia Querejeta, del guion de Quince años y un día (2013, Biznaga de Plata al mejor guion).

En 2012 publicó su primera novela, La cuarta muerte, a la que siguió La vida desatenta, posteriormente ha publicado las dos primeras entregas de la serie de Sofía Luna, El final del hombre y El caso de las japonesas muertas.

SINOPSIS

Recién reincorporada a la Brigada tras la cirugía de reasignación de sexo, Sofía Luna se ve obligada a investigar un misterioso caso. ¿Quién es este asesino que escoge a sus víctimas, todas japonesas, en el centro turístico de Madrid? Todo parece apuntar hacia el peculiar mundo de los viajes turísticos organizados y el más peculiar aún de personas asexuales, un grupo que rechaza la hipersexualidad de la vida moderna y tiene como animal favorito la estrella de mar.

Luna y su equipo, al que se suma una traductora de japonés que busca algo más que colaborar, tendrán que trabajar bajo una fuerte presión mediática, sobre todo cuando desaparece la hija del embajador de Japón. A este caso, que parece irresoluble, se suma otro que golpea a la inspectora en lo más íntimo: su padre, con el que no se habla desde hace años, ha matado a un hombre, supuestamente en legítima defensa. Y la investigación empieza a revelar detalles insospechados.

OPINIÓN


Con motivo del encuentro que tendrá lugar el día 24 de enero en la Papelería y Librería Compás con el autor Antonio Mercero, os dejamos la reseña de su última novela, "El caso de las japonesas muertas".

Comenzaremos contando que esta novela es la segunda parte de la serie de Sofía Luna, o lo que es lo mismo, del que fuera el inspector Carlos Luna en la primera entrega “El final del hombre”. Y os preguntaréis por qué os pongo en semejante disyuntiva. Pues aquí es donde entra en juego la originalidad de Antonio Mercero a la hora de desarrollar una serie de novela negra.

Y llegados  este punto no me queda otra que hablaros de:

SOFÍA – CARLOS LUNA

El inspector de policía Carlos Luna lleva marcado a fuego desde su nacimiento una  dicotomía en su persona: haber nacido mujer y estar atrapada en un cuerpo de hombre. Afectado durante toda su juventud por la mala relación con su familia, con un padre militar, severo y autoritario, se plantea durante toda la primera entrega su situación personal con respecto al sexo.

Tras muchos avatares, comeduras de coco varias, un matrimonio, un hijo, diversas aventuras amorosas, la ruptura total con su padre y un sufrimiento infinito, el inspector Luna decide pasar por una intervención de reasignación de sexo. Este hecho marca el final de la primera novela, "El final del hombre", y cuando comenzamos "El caso de las japonesas muertas" nos encontramos con Sofía Luna, una mujer que se encuentra feliz en cuanto a su situación en la vida, pero con unas secuelas físicas que se irán puliendo y otras morales, que serán de mucha más difícil curación.

Ella es la protagonista de la novela y la verdad es que es un personaje que nos ha ganado a pulso. Trata su transexualidad como algo totalmente normal, sin traumas, como un hecho por el que ha sido inevitable pasar en la vida con el fin de lograr su propia felicidad. Un gran acierto  por parte del autor.

Evidentemente esta condición influirá en la relación con su hijo, ya que éste parece que ha superado tan solo a medias el cambio de sexo de su padre, y en la de su exmujer que con el tiempo se convertirá en su confidente y amiga. Por supuesto también marcará la “no-relación” con su padre, que jamás aceptará que su hijo sea ahora su hija, por mucho que le necesite.

Sofía Luna nos aportará una visión muy especial del mundo femenino, que está trabajado en la novela de manera muy elegante, así como del tema de la transexualidad, ya que la inspectora se moverá siembre mostrándonos esa doble visión y sensación que le aporta el haber vivido en los dos sexos, enseñándonos que puede ser una gran ventaja.

Así que Sofía volverá a formar parte de la vida de la comisaría, con todos sus miedos, pero también con todas sus ganas, para disfrutar de su nueva situación, de sus amigos y de su trabajo sobre todo, porque tendrá que hacer frente a un asesino un tanto especial, a unos compañeros que no saben muy bien cómo tratarla, y principalmente a su jefe.

OTROS PERSONAJES

Gerardo Luna. Es el padre de la protagonista y no admite el cambio de sexo de su hijo, quizás por su condición de militar que le hace ser un hombre duro y obstinado. Llevan largo tiempo sin hablarse, y además siempre que lo hacen, Sofía acaba herida y con sus rencores a flor de piel, ya que Gerardo sigue siendo un hombre agresivo, autoritario, orgulloso y homófobo.

De sus compañeros de comisaria, destacaría a Laura Manzanero, su pareja en la policía y su amante mientras fue Carlos Luna. Con ella mantuvo una relación de amistad durante su transformación, lo que a día de hoy la convierte en un elemento clave en su vida. También podremos ver al Inspector Estévez, una persona burda, agresiva y ambiciosa; al Comisario Manuel Arnedo, el compañero que más receló de la decisión del cambio de sexo, un tanto autoritario y desconfiado; y a Elena Marcos, traductora de japonés para la policía una persona un tanto peculiar, muy divertida y natural, que nos va a aportar frescura y humor a lo largo de la lectura.

Yóshiko Matsui, hija del embajador de Japón, es una chica rebelde, sin amigos y que no tiene miedo a nada ni a nadie, lo que le lleva a hacer lo que le da la real gana en todo momento. Arrastra un trauma debido al desarraigo que le han producido los continuos cambios de residencia de su padre, con el que tiene muchos enfrentamientos.

Javier Monteleón, guardaespaldas de Yóshiko, persona discreta, recta y educada. Llega a hacerse amigo de la japonesa y a ser en alguna medida su confidente.

LA NOVELA

El misterio comienza cuando en Madrid empiezan a desaparecer turistas japonesas, para luego aparecer muertas. Son raptadas en lugares emblemáticos y turísticos de Madrid, y aparecen por los alrededores tras dos días, muertas, con algún extraño símbolo en sus cuerpos y acompañadas de algunas pintadas descaradas y sugerentes por los alrededores. Sofía Luna y su compañera Laura Manzanero serán las encargadas de esclarecer estos hechos.

Al parecer tendrán que vérselas con psicópata organizado, y aunque les costará un poco, pronto establecerán la relación entre los hechos y alguna práctica sexual en concreto, lo que poco a poco les irá acercando a la resolución del caso.

Pero todo se complica cuando una de las desaparecidas es la hija del embajador de Japón. Detrás de esta joven también se esconde un drama familiar, parece que Antonio Mercero tiene una sensibilidad especial por las relaciones padres-hijos. Además aprovechará esta coyuntura para exponernos los pormenores de la cultura japonesa y hacer una crítica de su manera de vivir las emociones,  los afectos familiares, así como de la dificultad que tienen de estrechar lazos afectivos con otras personas. Aquello de la "frialdad nipona" queda muy patente en esta novela poniendo en el punto de mira esa manera tan orquestada y artificial de entablar las relaciones sociales que tienen algunas culturas orientales.

Por todo ello, Sofía tendrá no solo que intentar ser válida para el cuerpo para el que trabaja, sino además demostrarlo, y ganarse día a día la confianza de todo el departamento, y todo esto unido a los miedos que la acompañan y la baja forma física en la que se encuentra, la pondrá en más de una ocasión en el disparadero.

Además asuntos familiares muy graves se cruzarán en su camino. Su padre reaparecerá con un problema muy serio debajo del brazo, pero con la misma actitud hiriente y egoísta de siempre. Y también tendrá que echar una mano a su exmujer y a su hijo para suavizar un desencuentro que surge entre ambos a consecuencia de su nueva situación familiar.

En cuanto a la forma en la que está escrita la novela, decir que se compone de capítulos cortos, llenos de acción y de intriga, con muchas cosas que se dicen en ellos de manera explícita y otras cosas que se intuyen y que son igual de importantes.

Está muy bien escrita en cuando a los tiempos y a la verosimilitud de los personajes, y lo más importante: es original en cuanto a la trama.

LOS AMBIENTES EN LOS QUE SE DESARROLLA LA TRAMA

La verdad es que los escenarios en los que transcurre la novela son de lo más castizo. Aprovechando la circunstancia de que los asesinatos se producen entre turistas japonesas es absolutamente normal que vayamos discurriendo de escena en escena por ese Madrid que tanto nos gusta a los “gatos” y que configura la esencia de nuestra ciudad. Destacaríamos entre ellos:

El Corral de la Morería. Es un famoso tablao flamenco situado en el Madrid de los Austrias, inaugurado en 1956. Estaba instalado en una antigua vaquería, su diseño fue encargado a un arquitecto italiano y decorado por el pintor Juan Barba, que es quien firma el telón que sirve de fondo al tablao. Es un lugar emblemático que todo extranjero que viene a Madrid visita.

La Cuesta de los ciegos. Es una empinada vía de Madrid, que asciende desde la calle Segovia hasta la plazuela de la Morería. Su origen era una ladera pendiente bastante pronunciada junto al pie de Las Vistillas. El curioso nombre rememora la existencia de unas casas habitadas por músicos ciegos.

El Parque de la Bombilla. Es un área ajardinada paralela al Parque del Oeste. Es un paseo arbolado de diseño que también recibe el nombre de Senda del Rey y parte de su trazado todavía se puede recorrer por el interior del parque. Al final del siglo XIX se transformó en viveros municipales y en cocheras para los tranvías.

También aparecen en la ambientación de la novela, el Museo del Prado, el barrio de Lavapiés, el Parque del Oeste y la calle Altamirano.

CONCLUSIÓN

Estamos ante una novela negra muy bien urdida y con unos personajes estupendos, en la que no abandonaremos nunca ni el misterio, ni el humor, ni la crítica social.

Una novela negra diferente, escrita para entretener, pero también para derribar barreras y prejuicios, para disfrutar de nuestro Madrid y para que seamos desde este momento fans incondicionales de Sofía Luna y de su creador, Antonio Mercero.

Os dejaremos pronto crónica en el blog del encuentro con él del día 24 de enero. Charlaremos de toda su obra en general y de esta novela en particular y como habréis podido comprender, la tarde va a dar para mucho.



3 comentarios:

  1. Hola.
    Como dices, tiene pinta de ser una novela negra diferente a lo que normalmente nos encontramos en el género. Por el momento no me animo pero tampoco la descarto para más adelante.
    Un saludo y que disfrutéis del encuentro con el autor.

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  2. Pues sí, muy buena pinta tiene. Otra novela a tener muy en cuenta.
    Besotes!!!

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  3. Vaya, pues tiene una pinta estupenda. Me la pasó Pilar, así que a ver si me animo con ella porque seguro que disfrutaré mucho de su lectura.

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