PRESENTACIÓN DE "EL HOMBRE DE TIZA"
C.J. TUDOR
PLAZA & JANÉS
El pasado día 13 de junio
acudimos a la presentación de la novela “El Hombre de Tiza”, primera novela de
la escritora británica C.J. Tudor, en la Librería Cervantes, invitadas por
Plaza y Janes y su editora María Alonso, con el grupo “Soy Yincanera”
capitaneado en Madrid por Ana Kayena.
Después de los agradecimientos de
rigor por parte de la editorial, tanto a la librería como a la autora y
asistentes, comentaron que “El Hombre de Tiza” es un libro que habían leído
hace dos años. Lo descubrieron en la Feria del Libro de Frankfurt, e
inmediatamente pensaron que tenían que traerla a España.
“El Hombre de Tiza” se presenta
avalada por la gran acogida que ha tenido entre lectores y libreros en
Alemania, Estados Unidos, Gran Bretaña, Holanda e Italia.
Cuando la autora tomó la palabra
nos contó que es una gran seguidora de Stephen King y que para ella era un
honor que recomendase la novela. De hecho, nos explicó que el autor americano
es su gran referente y que quizás su obra tuviese semejanzas de estilo con las
novelas de “It” o “Stranger Things”.
Cuando le preguntaron de dónde
había surgido la idea para escribir “El Hombre de Tiza”, la autora contesto que,
aun siendo su primera novela publicada, lleva más de diez años escribiendo a
ratos perdidos, sobretodo relatos. En una ocasión, en el cumpleaños de su hija,
le regalaron un cubo de tizas, y pasaron la tarde pintando en la entrada de
casa muñecos como los del juego del ahorcado, igual que el que figura en la portada
del libro. Cuando salió esa misma noche a la puerta y encendió las luces, los
hombres de tiza dibujados le arrojaron una imagen estremecedora e inquietante,
que le proporcionó la idea de escribir una novela en donde estos dibujos fuesen
los protagonistas.
Hablando sobre cuánto tiempo le
llevó escribirla y si le fue fácil encontrar a un editor, nos comentó que tardo
aproximadamente seis meses hasta tener el primer borrador y tras otros dos
meses más de correcciones, comenzó a buscar un agente. Escogió a cuatro agentes
literarios a los que enviar el manuscrito (ella tenía uno que era su preferido),
y se llevó una gran sorpresa cuando tres de ellos le dijeron que sí, y
puntualizó que aunque ha publicado a los 46 años, consideraba que “nunca es
demasiado tarde”.
Detalló también que desde niña le
había gustado especialmente leer novelas de misterio. Una de sus autoras preferidas
era Agatha Christie, y considera que el género de misterio nos sirve para
canalizar nuestras ideas al hacer nuestras propias deducciones y que la
satisfacción de llegar al final de la lectura y descubrir “quién lo ha hecho”
no tiene precio. Quizás por eso en sus escritos se notan las influencias de
Stephen King y Agatha Christie, pero ella quiere tener su propia voz y cree que
no tiene sentido copiar del original si no se aporta algo nuevo.
Nos dijo que a la hora de
escribir es un poco caótica. Entre risas nos dijo que su rutina a lo largo del
día mientras escribe es “beber”, té por la mañana, café por la tarde y vino o
ginebra por la noche. Escribe cuando puede y sin un horario fijo. Trabaja y es
madre de una niña, por lo que el tiempo tiene que repartirlo y establecer
prioridades según va surgiendo el día. Actualmente acude a escribir a una
cafetería porque se distrae menos.
La novela la escribió
estructurada en dos líneas temporales diferentes, con treinta años de
diferencia entre una y otra. La acción que transcurre en 1986 es la parte de la
infancia, el pasado. La parte que se narra en 2016 es la época actual, donde
van a confluir todos los errores que se cometen en 1986, y donde quedará resuelto
el misterio de los asesinatos. Vio que dividida en dos grandes bloques la novela no funcionaba como ella quería, por
lo que decidió poner bloques alternos para así mantener el interés y el
equilibrio en toda la narración, y para poder terminar cada capítulo con la
intriga necesaria que quería mantener en toda la novela. Reconoce que no suele
planificar las tramas, simplemente fluyen cuando se pone a escribir, aunque algunas
veces llega a un punto donde momentáneamente
se atasca. Afortunadamente al final logró encajar todo el puzle y la novela
funciona como un reloj en su totalidad.
CJ. Tudor nos comentó que esta
novela era un homenaje a los años 80. Es una novela de intriga inspirada en su
localidad natal de Nottingham. Ha hecho protagonistas a unos niños un tanto
“raritos” porque considera que la infancia es una etapa un tanto teñida de
rosa, pero a la vez es un tiempo bastante oscuro y muy conflictivo, en el que
los hijos nunca cuentan todas las cosas a los padres, viviendo una vida paralela,
y en donde se fraguan muchos secretos. Algunas veces los niños pueden llegar a
ser muy crueles y por eso los ha incluido así en la novela.
El personaje que tiene más cosas
en común con la autora es Mickey, según su propia apreciación, pues se parece
mucho a ella cuando era niña, aunque cree que todos los personajes tienen algo
de ella de alguna u otra manera.
Algo interesante que nos contó
después de la presentación es que la música a la que hace referencia en la
novela pertenece a The Who o Led Zeppelin, pero si tuviese que ponerla una
banda sonora con música si fuera una película se decantaría por Lou Reed o
alguna canción de The Killers.
Espera que cuando escriba su
segunda novela se vea mucho más patente su propia voz y se note una clara
evolución, aunque sinceramente, para nosotras “El Hombre de Tiza” es una novela
de misterio redonda.
LA AUTORA
C.J. Tudor vive con su
familia en Nottingham, Gran Bretaña. Ha desempeñado diversos trabajos a lo
largo de su vida: presentadora de televisión, redactora o paseadora de perros.
Ahora es feliz dedicándose a escribir libros.
SINOPSIS
Fue el Hombre de Tiza quien le dio la idea de los dibujos: una manera de dejar mensajes secretos entre el grupo de amigos.
Fue divertido hasta que los dibujos condujeron al cuerpo sin vida de una niña.
Sucedió hace treinta años y Ed pensaba que todo había quedado olvidado.
Sin embargo, recibe una carta que contiene solo dos cosas: una tiza y el dibujo de un muñeco.
La historia se repite y Ed se da cuenta de que el juego en realidad nunca terminó...
Todos tenemos
secretos.
Todos somos culpables de algo.
Y los niños no son siempre tan inocentes.
Todos somos culpables de algo.
Y los niños no son siempre tan inocentes.
Qué envidia poder acudir a estas presentaciones! Gracias por estas estupendas crónicas, que nos dejan disfrutar un poquito de estos momentos. El libro me llama, pero tampoco quiero tener las expectativas altas, que he leído ya opiniones bastante dispares.
ResponderEliminarBesotes!!!