Donato Carrisi nació en 1973 en
Martina Franca y en la actualidad vive en Roma. Después de graduarse en
Derecho, se especializó en Criminología y Ciencias de la conducta. Es escritor
y guionista de películas y series de televisión. Ha sido galardonado con el
premio italiano Bancarella, el Prix Polar y el Livre de Poche, la distinción
más importante concedida por los lectores franceses. Duomo ha publicado con una
gran acogida sus bestsellers internacionales El cazador de la oscuridad, El
maestro de las sombras y La chica en la niebla. El propio autor
dirigió la adaptación cinematográfica de este último título, recibiendo por
ella el prestigioso galardón David de Donatello. Próximamente, Duomo
publica El juego del susurrador.
SINOPSIS
Goran Gavila, jefe de un equipo
de criminólogos, se enfrenta a uno de los homicidios más misteriosos y
perturbadores de su carrera: seis brazos izquierdos que conducen a cinco cuerpos.
Pero ¿a quién pertenece el sexto? Mila Vasquez, una investigadora especializada
en la búsqueda de personas desaparecidas, se une a las pesquisas. Los métodos
del asesino no se parecen a nada de lo que han visto antes y cada vez que creen
estar acercándose al culpable, en realidad se adentran más y más en un juego de
pesadillas, aceptando un continuo desafío que los obligará a mirar hacia la
oscuridad que todos llevan en su interior.
OPINIÓN
Me gustaría comenzar
esta reseña contando que soy una fan incondicional de Donato Carrisi, al que
considero un mago del suspense, del miedo y de las escenas sorpresa, en un
género tan mío y con el que disfruto tanto como es el de la novela negra. Pero además en este caso concreto, “El susurrador” es de esas novelas negras que colocas en las
primeras posiciones del ranking, de esas que recomiendas constantemente y de esas
que te enfrentan sin remedio a tus propios miedos, que te dejan estupefacta en más de una
ocasión y que te sobrecogen cuando lees algunas de sus escenas.
Leí esta novela hace tiempo
cuando no se titulaba así, y la recordaba vagamente como una lectura que me
había impactado mucho, así que cuando el blog
“Libros que hay que leer” propuso
hacer una lectura conjunta con motivo de la reedición que hacía Editorial
Duomo, no me lo pensé ni medio segundo y me lancé de cabeza a escuchar esos
susurros diabólicos con los que me llamaba la portada de Duomo y que ha hecho
que mi última lectura antes del verano haya sido de diez.
Desde las primeras páginas de la
novela ya advertimos que algo diabólico y enigmático va a tener lugar en esta novela, pues Carrisi nos presenta a un hombre encarcelado, sin un motivo importante
aparente, sin identidad y extremadamente raro, al que irremediablemente
estaremos intentando encajar en la oscura historia que nos va a relatar a
continuación.
La historia comienza cuando
conocemos que en un lugar no definido y en un momento no precisado (dato
curioso), ha tenido lugar el secuestro de cinco niñas, de edades comprendidas
entre los 7 y los 13 años. No hay nada más perverso que ver el mal cuando se
ceba con los débiles, y creo que no hay nada más débil que un niño, así que ya tenemos un comienzo potente.
Es entonces cuando un equipo de
investigación capitaneados por el criminólogo Goran Davila y la agente Mila Vasquez,
especialista en rescates de niños secuestrados, junto con el resto del equipo formado
por el agente de información Stern, la informática Sarah Rosa y el agente
especialista en interrogatorios Klaus Boris, descubren en un lugar apartado de
un bosque un cementerio donde encuentran enterrados los brazos izquierdos de
estas cinco niñas, pero es que además
aparece un sexto brazo izquierdo, por lo que desde ese preciso momento estallará
una voz de alarma en nuestra cabeza y comenzará el juego macabro que dominará
toda la novela. Nos preguntaremos con cierta angustia ¿De quién es este sexto
brazo? ¿Dónde está la sexta niña? ¿Por qué la policía no tiene noticias de esta
desaparición? Este será el comienzo de un drama vertiginoso, ideado por una
mente muy muy perversa que va a poner en jaque a las fuerzas del orden, y a
nosotros mismos como lectores, que sentiremos que capítulo tras capítulo se
abre un abismo de maldad ante nuestros ojos que tendremos que interpretar para
llegar al final.
Carrisi nos propone entrar en la
mente de un asesino en serie para que intentemos entender en qué consiste su
juego, qué es lo que nos quiere contar y dónde nos quiere situar como espectadores
para que podamos ver una realidad muy negra.
Lo que más me ha gustado de la
novela es que en cada capítulo el autor nos pone una trampa, nos propone un
giro inesperado, un descubrimiento atroz, un elemento nuevo para añadir a la
investigación, algo tan importante que cambia la visión de lo que sabemos hasta
el momento sobre los asesinatos, de manera que nos mantiene constantemente con
el alma en vilo y la cabeza pensando. Daremos mil vueltas al modus operandi del
asesino, a su motivación para matar, a la manera en las que pondrá las pruebas
a disposición de la policía y a cómo todos estos descubrimientos irán afectando
a los investigadores según vayan avanzado en el caso, y nosotros vayamos atando
cabos hasta llegar a la verdad, que es tremenda.
Los capítulos no son
especialmente cortos, pero la sensación de rapidez, el deseo de seguir leyendo
y de estar pillada por la historia de forma completamente adictiva es de los pocos
que recuerdo. Porque los golpes de efecto que nos proporciona la novela constantemente harán que nuestros niveles de angustia, nuestras dotes deductivas y nuestra
adrenalina estén siempre en niveles muy altos. Son, indudablemente los recursos
de un maestro del suspense que maneja tiempos, sorpresas y horrores visuales a
su antojo, con unos resultados sorprendentes.
Resulta curioso que es una
historia que podía desarrollarse en cualquier tiempo y en cualquier lugar. El
autor no nos dice dónde se desarrollan los hechos ni la época en la que se
producen, pero creedme que eso es lo que menos vais a echar de menos cuando leáis
“El susurrador”, porque vais a estar tan metidos de lleno en el caso, que todo
lo demás, sobra.
A medida que vayamos llegando al
final, todo encajará en nuestra cabeza con precisión milimétrica, dejándonos horrorizados
y con la boca abierta. Este es el huracán Carrisi, que a su paso dejará devastados
nuestros sentidos y nuestra capacidad de asombro.
No puedo dejar pasar la ocasión
de hablar aunque sea un poquito sobre los dos protagonistas de esta historia,
los investigadores Mila y Goran. Ambos os van a sorprender mucho, tanto en
el desarrollo de sus cometidos profesionales como cuando conozcáis sus traumas
personales. Entenderéis como su locura puede llegar a formar parte de esta
historia, y cómo marcará un punto de inflexión en la lectura y en vuestras
almas.
CONCLUSIÓN
En “El susurrador” vais a
encontrar a un asesino empeñado en establecer un cruel y macabro juego entre
el bien y el mal, que siempre parece ir por delante de los investigadores en
una carrera contrareloj para encontrar a la última víctima, y que utilizará sus crímenes para ir dejando pistas sobre otros horrores mayores, que a veces no vemos u obviamos, actuando como una especie de justiciero demoníaco, al que va a ser muy difícil atrapar.
Y recordad…
Dios es silencioso, el diablo susurra.