LA MALA SUERTE
MARTA ROBLES
EDITORIAL ESPASA
Marta Robles es licenciada en
Ciencias de la Información, rama periodismo, por la UCM y lleva treinta años ejerciendo
su profesión en todo tipo de medios.
Ha escrito siete libros de no ficción: El mundo en mis manos (1991), La dama del PSOE (1992), Los elegidos de la fortuna (1999), El catálogo del Parque Oceanográfico de Valencia (2003), Madrid me Marta (2011), Usted primero (2015) y Haz lo que temas (2016); y ocho de ficción: Las once caras de María Lisboa (2001), Diario de una cuarentona embarazada (2008), Don Juan (2009), Luisa y los espejos (2013) —Premio Fernando Lara de Novela—, Obscena, A menos de cinco centímetros (2017) —finalista en el Premio Silverio Cañada de novela negra de Gijón—, HNegra (2017) y La mala suerte (2018).
Entre sus numerosos premios cabe destacar el TP de Oro, dos Antenas de Oro, dos de Plata, el Woman de Oro, el Premio Nacional de Comunicación o el Premio PR a la periodista más querida de Madrid, además del
Premio Fernando Lara de novela.
SINOPSIS
Regresa el carismático detective
Roures, ex corresponsal de guerra y hombre marcado por un pasado que
siempre vuelve, para enfrentarse en esta segunda novela negra de Marta Robles a
la extraña desaparición de una joven en Mallorca, de la que, tras dos años de
intensas búsquedas, no parece haber ninguna pista.
OPINIÓN
El pasado mes de octubre la
escritora y periodista Marta Robles presentó su nueva novela, “La mala suerte”,
y una vez que la hemos leído nos gustaría contaros lo que nos ha parecido.
La escritora en esta ocasión nos deleita
con una novela negra que viene a ser un nuevo caso del detective Tony
Roures, uno de los protagonistas de su anterior trabajo, “A menos de cinco
centímetros” también del mismo género. Con esta entrega os avanzo que hemos
disfrutado mucho en el poco rato que nos ha durado su lectura, porque nos la hemos
ventilado en una tarde, ya que nos ha parecido una novela negra, actual, interesante y
valiente.
Pasamos a colocar cada adjetivo
en su sitio.
LA TRAMA
En el año 2015 una adolescente
que está de vacaciones en Mallorca, Lucía Peña, desaparece cuando vuelve de una
fiesta a la que ha asistido con sus amigos.
En 2017, dos años después, las
fuerzas de seguridad del estado se encuentran en una encrucijada de donde no
son capaces de salir. Nada se sabe de Lucia, y su madre Amanda Varela, luchando
contra viento y marea contrata al ex reportero de guerra y actual detective
privado Tony Roures para que reactive la investigación y consiga averiguar algo
sobre el actual paradero de Lucía, pues aunque la policía la da por muerta,
ella no se resigna a aceptar este hecho.
Y así comienza la trama de esta
novela, una trama muy bien entretejida, y en la que intervienen dos
hilos temporales, uno en el que se desarrolla la vida de Lucía y su familia antes de su desaparición y otro con
el momento actual de la investigación dos años después del suceso, que sirve para unir los
hechos pasados y presentes con agilidad, y para que vayamos sacando nuestras
propias conclusiones al respecto.
Dividida en 34 capítulos cortos
más un epílogo, pasaremos páginas de manera compulsiva, porque son tantos y tan
interesantes los temas que se tratan en esta novela que es de esas lecturas que
nos transforman en egoístas, que nos
absorben y nos dominan hasta que leemos “fin”. Es una novela directa, clara,
actual y escrita con mucha convicción, porque algunos de los temas que se
tratan en ella y sobre todo “cómo” se tratan, le otorgan a Marta Robles el adjetivo de valiente.
La acción está ambientada en
Madrid, Mallorca y Méjico. Los tres escenarios funcionan así: uno como punto de
partida de la investigación, otro como lugar del hecho luctuoso y el último
como el sitio donde tiene lugar del desenlace final.
Me ha asombrado mucho la coincidencia
en el tiempo con algunos casos mediáticos reales de total actualidad en los
informativos, que si bien difieren en la naturaleza de los hechos y salvando
las distancias entre lo novelado y la realidad, la trama de esta novela
nos los ha recordado vívidamente.
LO QUE NOS CUENTA
Una de las cosas que mas me ha
gustado es que Marta ha recuperado como protagonista absoluto al Tony Roures que conocimos en su anterior
novela, pero en esta ocasión hemos podido
disfrutar del detective en toda su extensión. Es mucho más íntima la relación
que estableceremos con él, pues lo tendremos mucho más cerca como persona,
conociendo incluso detalles de su vida familiar, viéndole entrar en acción en
otro continente e incluso descubriendo cómo se desenvuelve en las artes amatorias, en una relación un tanto inusual. Las escenas
de contenido erótico están bien medidas y dosificadas, y le añaden un extra a la novela.
Marta nos sigue demostrando que
es una gran conocedora de los secretos, defectos y virtudes de la “beauty people”,
del “quién es quién” en el mundo del
famoseo y de las buenas familias del
país, lo que le da un punto de cotilleo malsano que nos ha encantado.
Y a continuación es donde
encajamos lo de actual, interesante y
valiente.
El tema estrella que se trata de
forma directa es el de la maternidad-paternidad, en sus múltiples versiones y con
sus diferentes aristas. Un poliedro que a veces nos impacta en la vida para
bien o para mal, pero que forma parte de nuestra “lista de deseos” con tal intensidad, que a
veces tratamos de llegar a ella de una manera inconsciente, irresponsable o
artificial, sin pensar en las consecuencias que tendrá este hecho para nosotros
mismos y para los demás.
El universo familiar que rodea a
la desaparición de Lucía Peña trata de explicarnos que no es oro todo lo que
reluce, que existen comportamientos y secretos familiares inconfesables e
imperdonables que dejan muchos efectos colaterales en las personas. A este respecto veremos la actitud de unos padres que gozando de una buena situación económica, se enzarzan en un divorcio con consecuencias nefastas para sus hijos, y una madre,
Amanda Varela, un personaje con una gran fuerza narrativa, que es el prototipo de la madre superada por
las circunstancias y que lucha incansablemente a pesar de su penosa situación
personal para recuperar a su hija, o lo que quede de ella.
Marta Robles aprovecha esta
coyuntura narrativa para tratar de manera objetiva, real y seria el tema de los
malos tratos, el abuso de menores, o la
adicción de los adolescentes a las nuevas tecnologías. También para derribar barreras
sobre la hipocresía de la sociedad al juzgar a los jóvenes, pues nos deja claro
que no siempre los buenos valores están en poder de los mejor vestidos.
En cuanto al tema de la
maternidad subrogada, eso que está tan de moda, Marta Robles pone esta práctica
en el disparadero. Y me ha fascinado que lo haya hecho de una forma tan valiente y arriesgada, integrando esta actividad en la trama para que podamos ver la zonas oscuras que rodean a la
misma.
Porque cuando leemos sobre este
tema en la novela nos hacemos muchas preguntas muy interesantes, que cada cual
responderá a su manera, pero que desde luego si me preguntáis a mí, os
responderé que estoy del lado de la autora sin dudarlo ni un segundo.
¿Qué nos mueve a ser padres? ¿Es
un acto de generosidad o de puro egoísmo? ¿Un acto social para el que no
estamos preparados en muchas de las ocasiones? ¿Es tan importante como para que
avasallemos la ética y la moral de muchas mujeres que necesitan dinero para
sobrevivir en otros países, para saciar nuestro (a veces) capricho de tener hijos comprando voluntades, salud y
sentimientos, disfrazándolo de acto sublime y generoso? Ahí os lo dejo.
No querría pasar por esta reseña
sin destacar que la historia también nos ofrece una crítica voraz hacia los
medios de comunicación, sobre la manera en la que tratan a veces temas muy sensibles para la sociedad, y de cómo pueden llegar a
manipular a la opinión pública, ofreciéndonos tan sólo la cara de la moneda que
más beneficios les puede aportar en el prime time.
“La mala suerte”, además del título
de la novela, es un hecho que juega un papel muy importante en los personajes que por ella se mueven sentenciándolos a
veces, marcando sus vidas por una cuestión de oportunidad, de
mala oportunidad, desatando los infiernos personales por los que tendrán que pasar, por eso, una cuestión de mala suerte.
Y después de una narración sencilla,
directa, amena y que engancha, tanto por los temas tratados como
por el expediente policíaco en sí mismo, el giro final que nos propone Marta Robles es de
órdago a la grande, bueno e intenso y proporciona la conclusión perfecta al enigma de la desaparición de Lucia.
En resumen, una buena novela negra, bien concebida, dinámica y entretenida, que
nos dejará pendientes de la trayectoria de Roures como detective privado a la
espera del siguiente caso.
En su día no llegué a leer la novela anterior así que no he tenido ocasión de conocer a Roures. Pero no sé, igual son únicamente prejuicios pero me da que no me va a gustar la forma de escribir de Marta Robles...
ResponderEliminarTengo pendiente la anterior novela, que quiero leer antes que esta por aquello de que coincide el investigador. Pinta bien lo que contáis, así que me anoto esta también. Buena reseña.
ResponderEliminarAún no me he estrenado con esta autora. No sé si al ser un segundo libro de un mismo personaje, es perentorio leerse el primero. Desde ya, le hago sitio para colarla apenas pueda, ya sea con esta novela o con las dos. Sobre todo, por tratarse de novela negra policíaca que es uno de los géneros que más me gusta.
ResponderEliminarHola, no había oído hablar de esta novela pero por lo que comentas en tu reseña parece de lo más interesante. Tomo buena nota!!!
ResponderEliminarMe pasa como a Lore, que supongo que será mejor empezar por el primero. Una reseña fantástica!
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola.
ResponderEliminarNo he leído nada de esta autora y, pese a la buena reseña, no termina de convencerme así que la dejo pasar.
Un saludo.
Muy buena pinta y muy buena reseña. No he leído nada de la autora, pero tal vez deba darle una oortunidad. Besos.
ResponderEliminarNo he leído nada de Marta y reconozco que nunca me plantee hacerlo, no me llama la atención. Después de ver vuestra reseña, (muy buena, por cierto) me pica un poco la curiosidad. Lo mismo en un futuro.... besosss
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